domingo, 4 de septiembre de 2011

Tercera Vuelta de La Pampa

 LA  CARRERA QUE DEFINIO AL CONDUCTOR DE LA GALERA
 Walter Minor
walterhistorias@gmail.com

Los hermanos Emiliozzi habían estado inactivos durante más de un año, en lo que a pilotear autos de carrera se refiere. En ese trayecto que fue desde junio de 1948 a marzo del 1950, se dedicaron a preparar mecánicamente el auto de T.C de Jacobo “Muñele” Falik. Luego de alguna presentación exitosa, se puso en evidencia que el carácter de “el ruso” no congeniaba con el de “los gringos” y ahí surgieron los “chispazos” que culminaron con la célebre frase que impulsó a los Emiliozzi a competir en la categoría mas popular del automovilismo: “Estos tipos solo saben preparar Ford T”.

Para demostrar que sí podían armar otros motores, consiguieron el auto que pertenecía a Lettoile, en Tandil y con muy pocas modificaciones externas se decidieron a correrlo en la vuelta de Olavarría. El debut fracasó porque “la galera” (que todavía no era conocida con ese apodo), tuvo desperfectos insalvables.
La inalterable carcaza pintada en combinación de celeste y azul metalizado, guadaba en su interior la obra de arte realizada por Torcuato Emiliozzi (antes que la empresa Ford): El válvulas a la cabeza.

A ambos les gustaba estar al mando del bólido. El problema radicaba en que los autos tienen un solo volante, así que estuvieron de acuerdo en que manejarían una vez cada uno y el primero que consiguiera puntos para el ranking  quedaría definitivamente en la conducción. El otro, sería acompañante.

La carrera que definió los roles fue la tercera vuelta de La Pampa, disputada entre los días 5 y seis de junio. Era la quinta vez que hacían acto de presencia, y Dante, como piloto, obtiene el tercer puesto, llevando el número 35 en las puertas. Torcuato, desde ahí en más, sería el copiloto, un personaje generalmente olvidado, pero que en este caso tendría la dimensión del propio conductor, transformándose en el acompañante más famoso de  la historia del TC.

Yo podría contarles como fue la carrera de La Pampa, pero me faltaría el valor testimonial de haberla vivido paso a paso. Por este motivo, vamos a dejar que el propio Torcuato, a través de un diario de la época, nos narre los obstáculos que se debieron sortear en aquellos caminos imprevisibles, cargados de polvo y..... ¡con ceniza volcánica!!!...

LA CARRERA DE LA PAMPA

Por Tito Emiliozzi

El número 35 en el baúl para el 3º puesto en La Pampa
 “ Los caminos de La Pampa se presentaron a mis ojos como algo que no esperaba. Nunca llegué a imaginar que un colchón de tierra, arena y cenizas volcánicas podrían cubrir una ruta. Las carreteras ofrecían características que difícilmente se puedan comparar con otras dentro de la república. Carentes de agua desde hace largo tiempo, nos vimos obligados a “caminar” sobre un terreno desconocido: el camino en si era duro y áspero, y todo eso a su vez cubierto por una capa de polvo muy fino que disimulaba e impedía ver sus accidentes. El tránsito se ve favorecido en La Pampa por la excelente marcación. En cada tramo se encuentran carteles avisadores de curvas, alcantarillas, "Lomos de burro”, pasos a nivel y todo lo inesperado que se pueda presentar para el desconocedor. El esmero puesto por los organizadores de la competencia para marcar el camino, favoreció en gran parte la atuación de los corredores que en su gran mayoría eran ajenos al medio.

 “Durante la primera etapa el mayor inconveniente que tuvimos fue un desperfecto en la amortiguación, todo debido a la característica de los caminos pampeanos. Desde el comienzo el coche nos respondió magníficamente, sin tener en ningún momento que imprimir la velocidad que, en mejores terrenos, hubiéramos podido conseguir. Como le sucedió al resto de los participantes, tuvimos varias pinchaduras, que a pesar de no ser un inconveniente serio, nos hizo perder minutos preciosos.

En la segunda etapa, a pesar de haber reparado, con los medios con que contábamos, el defecto de la amortiguación, se desprendió un brazo del “chasis”, reventó la cubierta y como quedara calzado, perdimos entre 10 y 15 minutos para arreglarlo. Por tratarse de un camino encajonado y con viento de cola, la tierra seguía al coche, dificultando la visibilidad. El coche que iba adelante levantaba tanto polvo que en muchas oportunidades todos debíamos frenar para evitar accidentes, siendo imposible, a veces ir a más de 30 kilómetros. Este fue un mal para todos los corredores”.

 “Al llegar a Santa Rosa, el público nos enteró de que íbamos punteando la etapa por medio de señales y carteles, lo que nos dio más ánimo para seguir adelante y defender los colores olavarrienses”.
La galera tras el agua y el barro. Una postal de aquel TC
 “El  retraso  en  Abramó   se  debió  nuevamente  a  una  deficiencia  en   la  • amortiguación, ya explicada anteriormente y en una distancia de 105 kilómetros, mediante    entre Uriburu y General Pico, pinchamos dos gomas, perdiendo para cambiarlas 8 minutos, oportunidad en que nos pasó Gruet. Por ese motivo se retrasó nuestra llegada a la meta cuando podíamos haberlo hecho con una diferencia muy escasa con respecto a Juan Marchini; pero las carreras son carreras...”.

 “Como ya hemos dicho, la máquina anduvo admirablemente. Respondió en todo a nuestras esperanzas y en realidad, no tuvimos oportunidad de exigirla. Dado el estado en que actualmente se encuentra el coche, solo será necesario un reajuste y revisación general, pues no habrá necesidad de hacer ninguna reparación dentro del funcionamiento del motor en sí”.
 “En esta carrera obtuvimos premios por el valor de $ 7.500, una copa y un par de medallas que nos fueron otorgadas por nuestra actuación”.

 “El desgaste de gomas ha sido extraordinario en todos los volantes. Las características de los caminos, y quiero hacer la salvedad de que no son malos, sino que gran parte de su estado se debió a la sequía, influyó para que la arenisca acumulada desgastara las cubiertas. Unos 20 milímetros de lluvia unos días antes hubiera sido la gran solución a este problema y a muchos otros”:

 “Hemos tenido muchos buenos colaboradores a quienes agradecer. En la ruta teníamos distribuidas 17 personas con los medios para los auxilios. Durante la primera etapa nos servimos de cuatro abastecimientos y en la segunda de siete, todos bajo la dirección de Alfredo Armendano. Quiero hacer constar, por otra parte, que los auxilios de José Francia nos ofrecieron ayuda en todo momento y muy especialmente dejo mi reconocimiento hacia el señor Lardapide”.

El motor de nuestro coche es el único equipo de fabricación netamente nacional. La diferencia principal que pueda tenerse en cuenta reside en las válvulas a la cabeza en un motor Ford y en el árbol de leva, además de otras modificaciones de carácter técnico que hemos introducido”.
 “El triunfo de Juan Marchini es muy justo. Posee una máquina veloz, es muy conocedor de esos caminos y tuvo destacada actuación”.

 “En General Hacha considerábamos la posibilidad de ganar la segunda etapa, y como en esos momentos habíamos logrado descontar seis minutos sobre el puntero, reducíamos a su vez la diferencia que mediaba con respecto a la clasificación general. Precisamente allí debió detenerse Marchini para abastecerse. Nosotros veíamos quedesde ese punto comenzaba el terreno polvoriento y como creíamos que íbamos primeros en el camino, nos sorprendimos al ver otro coche delante del nuestro, detenido. Cuando estábamos sobre sí, ese coche, que resultó ser Marchini, arrancó y en 100 metros tomó la delantera entre la tierra. Si nosotros lo hubiéramos pasado, siendo punteros en el camino, los de atrás hubieran tenido el inconveniente que tuvimos nosotros, es decir el de la visibilidad, lo que nos habría colocado en condiciones de asegurarnos el triunfo”.

"Los Gringos" posan luego del primer triunfo en Chacabuco
¡A 175 kilómetros!

“Quiero narrar un momento emotivo de la carrera, y que según referencias no se ha dado en otros casos: Nos hallábamos a 30 kilómetros de General Acha, sobre la ruta asfaltada. Suponíamos ir corriendo sin perseguidores inmediatos, cuando de pronto, mirando instintivamente hacia atrás, a unos 20 metros, vimos perfilarse el coche de Pablo Gulle, que venía embalado. Nuestra reacción fue tardía. El mendocino logró pasarnos. Movidos por el amor propio nos propusimos darle alcance. Corrimos un tramo hasta que logramos ponernos a la par.
Desde allí las dos máquinas siguieron a la par unos 25 kilómetros. Miré hacia el coche de Gulle y noté que su acompañante me hacía señas referentes a la velocidad: calculo que sería aproximadamente de 175 kilómetros. Posteriormente Gulle nos manifestó su asombro por haber hallado una máquina que pudiera aguantar el tren de la que se considera la más veloz”.

 “Quiero agradecer en mi nombre y en el de Dante, la colaboración prestada por todos nuestros colaboradores, muy especialmente a la Agencia Ford de Trenque Lauquen, que puso sus talleres a nuestra disposición para reparar un inconveniente en el regreso. A todo el público de Olavarría por el afectuoso recibimiento que se nos tributó y en general a todos los que contribuyeron a esta satisfacción, que también es de todos”.

La galera a punto de sufrir uno de los tantos abandonos
 ¿Increíble, no?....más allá de los de los percances de carrera, cuanta solidaridad entre los auxilios de distintos equipos y cuanto respeto entre los rivales, que  comprendían que para llegar primero no había que golpear a nadie y por ello reconocían en plena carrera las virtudes del contrario. Una cosa impensada para los tiempos que corren.

Por último. Cada vez que hablo con alguien de otra ciudad me preguntan: ¿que pasa con el museo de los Emiliozzi?.... ¿Se va a hacer?...
Siempre respondo lo mismo. No sé.

Hay dos páginas de redes sociales que reclaman por su concreción. Según las hijas de Torcuato, el material se lo dieron al municipio, el taller está comprado....No sé. Aunque me de verguenza decírselos.
Olavarría, la ciudad de los 7 museos (hinojo, colonia, San Miguel, Sierra Chica, Sierras Bayas, Espigas; MAPDA), demora el de los hermanos Emiliozzi.
Recordemos que se trata de los mayores embajadores que tuvimos. Por ellos fue conocida Olavarría, porque fueron quienes mas la hicieron mencionar.

¿No me cree?.... escuche este audio de 44 segundos y cuente cuantas veces nombran a nuestra ciudad.




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